El pomelo es una fruta de invierno, más ácido que la naranja, pero más dulce que el limón. Proviene de un árbol de hoja perenne y flores blancas perfumadas.
Este cítrico aporta antioxidantes, vitamina C y vitaminas del grupo B, y tiene propiedades anticancerígenas y quemagrasas, entre otras. Si quieres conocerlas, no te pierdas este artículo.
Propiedades
- Ideal para la pérdida de peso: Tan solo aporta 100kcal por cada 100 gramos de alimento. Su escaso aporte calórico y la gran cantidad de agua que posee lo hacen uno de lo grandes aliados en las dietas de pérdida de peso y de mantenimiento.
- Fortalece el corazón: El alto contenido en flavonoides del pomelo ayuda a prevenir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. También favorece la circulación y regula los niveles de colesterol. Por todo ello, este cítrico es ideal para fortalecer el sistema circulatorio.
- Antioxidante: Su alto contenido en vitamina C y antioxidantes ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres.
- Controla los niveles de insulina: El pomelo ayuda a controlar los niveles de insulina, por lo que disminuye las probabilidades de que una persona se vuelva resistente a esta hormona y desarrolle diabetes.
- Mejora la visión: Los betacarotenos también protegen la vista de enfermedades relacionadas con la edad como las cataratas y la degeneración macular.
- Previene el envejecimiento de la piel: La vitamina C, betacarotenos y flavonoides conceden al pomelo de importantes propiedades antioxidantes que contribuyen a la prevención del envejecimiento prematuro de la piel. También devuelve la vitalidad y el brillo al cabello, ya que restaura sus niveles de hidratación y protege el cuero cabelludo de irritaciones.
Beneficios de tomar pomelo en ayunas
Tomar un pomelo en ayunas, cada mañana, potencia las propiedades de este cítrico y aporta diferentes beneficios al organismo:
- Depura la sangre
- Protege el corazón
- Acelera el metabolismo
Cómo incorporar el pomelo a tu dieta
El pomelo es una fruta muy versátil que permite comerlo de distintas maneras. Puedes degustarlo como pieza de fruta fresca, quitándole la cáscara y dejando al descubierto sus jugosos gajos, pero también se puede comer deshidratado, en yogures, helado o batidos.
Además, combinado con otros ingredientes, este cítrico permite elaborar una salta que se convertirá en una opción fresca y nutritiva para agregar a distintos platos, o se puede incorporar en ensaladas.
Por último, una de sus aplicaciones gastronómicas más habitual es en forma de zumos, ya que es una fuente deliciosa de vitaminas y minerales, al tiempo que hidrata y ofrece beneficios al sistema digestivo.