Llega la primavera y con ella damos paso a uno de nuestros favoritos de temporada: la fruta de hueso.
En Hortiberia, como empresa productora, comenzamos con la campaña de esta fruta durante el mes de abril, pero, ¿cuáles son las frutas de hueso? Como su propio nombre indica nos referimos a aquella que cuentan con una semilla o hueso en su interior, lo que facilita su identificación (aunque no siempre a simple vista). Asimismo, otra de sus principales características es su vibrante colorido, así como su cariz aromático, suculento y dulce. Entre las frutas de hueso encontramos los melocotones, albaricoques, nectarinas, nísperos, ciruelas y paraguayos Todo un manjar del que estamos deseando empezar a disfrutar con la llegada del buen tiempo.
Las principales cualidades de las frutas de hueso son, por un lado, su alto contenido en nutrientes (vitaminas A, C y E, fibra y minerales), y por otro lado, que cuentan con un elevado porcentaje de agua en su composición. Un producto saludable, nutritivo y de bajo contenido calórico perfecto para degustar durante la temporada estival. A pesar de que las frutas de hueso presentan multitud de similitudes, ya que pertenecen a la misma familia botánica, cabe destacar las particularidades de cada una de ellas.
- Melocotón: es la fruta de hueso por excelencia y su consumo es propio de mayo a septiembre. Su alto contenido en agua lo convierte en un alimento con escasas calorías y su ingesta proporciona un gran número de antioxidantes y vitamina C, de hecho el consumo de solo una pieza proporciona el 20% del aporte diario recomendado.
- Albaricoque: Si existe un claro distintivo entre el albaricoque y el melocotón, a pesar de que su origen, forma y color sean similares, es el tamaño, considerablemente mayor en el melocotón, y la pulpa que resulta menos jugosa en el albaricoque. Asimismo, el albaricoque presenta un sabor más ácido y mayor aporte de fibra alimentaria por cada 100g. La temporada de consumo también suele extenderse de mayo a septiembre.
- Paraguayo: Esta variedad achatada de melocotón, suele consumirse de mayo a agosto y contribuye a reforzar nuestro sistema inmunitario, una propiedad que comparte con las nectarinas, dado su alto contenido en Vitamina C, carotenos y minerales como el potasio, el calcio, el hierro y el fósforo.
- Nectarina: La diferencia fundamental que encontramos entre el melocotón y la nectarina es su piel no vellosa, asimismo su periodo de consumo también se extiende de mayo a septiembre. Dado su escaso contenido en sodio, resulta recomendable su consumo en personas que padezcan hipertensión, también su alto contenido en vitamina C contribuye a fortalecer el sistema inmunológico.
- Ciruela: Una de las características fundamentales de la ciruela es su alto contenido en fibra y agua, lo que favorece el tránsito y la digestión. Existen alrededor de 2.000 variedades y nutricionalmente, además de realizar un aporte vitamínico similar al resto de las frutas de hueso, también nos proporciona casi todas las vitaminas del grupo B y E. Por otro lado, su aporte de antocianidinas, mejora la salud cardíaca y contribuye a controlar enfermedades como la diabetes y la obesidad. Su consumo se produce del mes de abril a agosto.
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