La nectarina, una fruta de hueso que se distingue por su piel lisa y brillante, similar a la del durazno, pero sin la característica pelusa. Esta fruta, jugosa y de sabor dulce, se encuentra en su mejor momento entre finales de la primavera y principios del otoño.
Beneficios nutricionales de la nectarina
Las nectarinas no solo son deliciosas, sino que también están repletas de beneficios para la salud:
- Ricas en nutrientes esenciales: Las nectarinas son una excelente fuente de vitaminas A y C. La vitamina A es crucial para la salud ocular y la vitamina C es conocida por su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la absorción de hierro en el cuerpo.
- Antioxidantes naturales: Estas frutas contienen antioxidantes como los betacarotenos y la vitamina E, que ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo. Los antioxidantes son esenciales para reducir el riesgo de enfermedades crónicas y retrasar el proceso de envejecimiento celular.
- Beneficios para la digestión: Gracias a su alto contenido en fibra dietética, las nectarinas promueven una digestión saludable y previenen el estreñimiento. La fibra también ayuda a mantener un peso saludable al proporcionar una sensación de saciedad.
- Mejora la salud de la piel: La vitamina C presente en las nectarinas es vital para la producción de colágeno, una proteína que mantiene la piel flexible y joven.
- Ayuda en la hidratación: Compuestas principalmente por agua, las nectarinas son una excelente opción para mantenerse hidratado, especialmente durante el calor del verano.
La nectarina en la cocina
Una característica notable de la nectarina es su versatilidad en la cocina. Se puede disfrutar fresca, en ensaladas, como parte de postres, o incluso en platos salados, aportando un toque dulce y jugoso a diversas recetas. Además, la nectarina es baja en calorías, lo que la convierte en una opción perfecta para quienes buscan mantener una dieta balanceada sin renunciar al sabor.