Desde la antigüedad, esta fruta ha estado presente en nuestra cultura, valorada por sus propiedades nutritivas y su papel en celebraciones y costumbres.
Un cultivo con historia
Desde las antiguas civilizaciones egipcia y romana, las uvas han sido cultivadas con mimo por agricultores que han sabido respetar los ciclos de la tierra. ¿Sabías que en el Antiguo Egipto se utilizaban las uvas para elaborar vino y también como ofrendas en templos? Hoy en día, seguimos esa tradición, pero con técnicas modernas que nos permiten obtener racimos perfectos, jugosos, dulces y con un aroma inconfundible.
Beneficios para tu salud
-Ricas en antioxidantes como los polifenoles y el resveratrol, que ayudan a cuidar el corazón y retrasar el envejecimiento celular.
-Aportan vitaminas C y K y minerales como el potasio, esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
-Su alto contenido en agua las convierte en un snack refrescante e hidratante para los días más calurosos
-Contienen fibra dietética, lo que favorece una buena digestión y ayuda a regular el tránsito intestinal. Incorporarlas en tu dieta diaria es una forma sencilla y natural de cuidar tu salud desde el interior.
Variedad de uvas
En Hortiberia puedes encontrar tres variedades de uvas: blancas, rojas y negras, cada una con su propia personalidad. Las blancas destacan por su dulzor suave, las rojas aportan un toque más intenso y aromático, y las negras son especialmente ricas en antocianinas.
¿Cómo disfrutarlas?
-Solas, como un tentempié saludable.
-En ensaladas, para darles un toque fresco y diferente.
-En postres o incluso como acompañamiento de quesos y frutos secos.
Curiosidades sobre las uvas
-España es uno de los mayores productores de uva del mundo y cuenta con más de 300 variedades autóctonas, muchas de ellas destinadas tanto al consumo en fresco como a la elaboración de vinos reconocidos internacionalmente.
-¿Sabías que las uvas cambian de color a medida que maduran y desarrollan su sabor? Este cambio se debe a la acumulación de pigmentos naturales, como las antocianinas, que no solo les dan color, sino también potencian su valor nutricional. Pero el color no es lo único que evoluciona. A medida que maduran, también cambian su composición química: se vuelven más dulces, jugosas y sabrosas.