El paraguayo, también conocido como melocotón chato o melocotón plano, es una fruta que ha ganado protagonismo en mercados y cocinas por su forma característica, su piel aterciopelada y su sabor dulce. Su presencia en supermercados europeos es cada vez más común.
Originario de China, el paraguayo se ha ido expandiendo con el paso del tiempo hasta establecerse firmemente en Europa, donde hoy es una fruta valorada tanto por consumidores como por productores.
En España, especialmente en zonas como Murcia, Aragón y Cataluña, el cultivo del paraguayo ha encontrado condiciones ideales y una demanda creciente.
¿Cómo se cultiva el paraguayo?
Este fruto necesita inviernos fríos y veranos cálidos, y se adapta bien a suelos ligeros y drenados. Se planta con injertos sobre patrones resistentes y se riega por goteo. La poda es clave para mejorar el tamaño y la calidad del fruto. La cosecha, manual, se realiza entre mayo y agosto, cuando está en su punto óptimo.
Beneficios del paraguayo
- Rico en antioxidantes: contiene vitamina C y compuestos que ayudan a proteger las células del envejecimiento.
- Hidratante y ligero: está compuesto en gran parte por agua y es bajo en calorías, ideal para refrescarse en verano.
- Favorece la digestión: su contenido en fibra ayuda al tránsito intestinal y previene el estreñimiento.
- Cuida tu corazón: aporta potasio, que contribuye a regular la presión arterial y la salud cardiovascular.
- Regula los niveles de azúcar en sangre: Gracias a su bajo índice glucémico y su contenido en fibra, es una fruta apta para personas con diabetes, siempre en cantidades moderadas.
Formas deliciosas de comer paraguayo
-Al natural: Simplemente lavado y consumido como fruta fresca.
-En ensaladas: Combinado con rúcula, queso de cabra y nueces.
-En brochetas de frutas: Ideal para meriendas saludables o postres ligeros.
-Batidos o smoothies: Mezclado con yogur, plátano o leche vegetal.